Se escurre un misterio sobre la ciudad como el aceite. Pegajoso, todos lo sienten. ¿De dónde viene? Nadie lo puede localizar exactamente». La frase de Jorge Amado (1912-2001), el más célebre escritor brasileño, perteneciente al libro Bahía de Todos los Santos, es la mejor bienvenida posible para quien pone el pie en Salvador. Ya lleguemos por mar, por tierra o por aire, Salvador –también conocida a lo largo de la historia como Salvador de Bahía o simplemente como Bahía– nos envuelve con un misterio inexplicable. «¿Vendrá de los hechizos de las mañanas de lecheros y panaderos? –escribe Jorge Amado–. ¿De las velas de los saveiros (veleros) en los muelles del Mercado?, ¿de las numerosas iglesias? (...), ¿de dónde viene ese misterio que cerca y ensombrece la ciudad de Bahía?». |