Si París tuviese mar, sería una pequeña Bari». Este dicho refleja cuán orgullosos están los pulleses de su capital, Bari, y de su tierra, Puglia. El tacón de la península italiana se prolonga por el sudeste en los mares Adriático y Jónico, rozando la costa albanesa hasta casi tocar la isla griega de Corfú. Con 865 km de litoral, la región de la Puglia ofrece una sucesión infinita de sorpresas: desde bahías y playas de arena alternadas con acantilados y piscinas naturales, a densos pinares que rodean calas y ciudades históricas que conservan tesoros artísticos y viejas tradiciones. Los romanos llamaron a la región Apluvia (sin lluvia) para indicar la tierra roja y árida que la caracteriza, y la unieron a Roma a través de la Vía Apia. Es el mismo paisaje seco que acompaña hoy al visitante siguiendo la costa. Durante el largo verano, los colores se vuelven todavía más intensos con el contraste del azul profundo del mar, acariciado por un viento cálido y salobre que roza la piel y transporta el aroma embriagador de los pinos de Alepo y del espino albar. |