Situado en pleno corazón de Cantabria, el Bosque de Secuoyas de Cabezón de la Sal es un rincón natural único en España. Estas majestuosas secuoyas, plantadas en la década de 1940, alcanzan alturas impresionantes y crean un paisaje casi mágico. Pasear entre sus gigantescos troncos es una experiencia que invita a la calma y a la conexión con la naturaleza.
Declarado Monumento Natural e incluido en la Red de Espacios Protegidos de Cantabria, este bosque es perfecto para explorar en cualquier época del año. Un plan imprescindible para quienes buscan disfrutar de la tranquilidad y la belleza de un entorno extraordinario.