En una entrevista a la agencia France Presse, Albert Urdezo reconoció haberse inspirado en la localidad de Erquy, en la costa norte de Bretaña, para ubicar aquí la famosa aldea gala de Asterix. Hasta aquí llegó junto a su hermano buscando refugio durante la II Guerra Mundial y su recuerdo se quedó para siempre inmortalizado en el popular cómic francés. Para muchos, las aventuras junto a Obélix luchando y maquinando contra los romanos fueron la primera toma de contacto con una península extremadamente peculiar y periférica, una región con un carácter propio que se aleja de los estereotipos franceses para sorprender con sus singularidades. |