Acabo de volver de convivir unos días con la comunidad indígena Murui del Amazonas colombiano y la experiencia ha sido de esas que se recordarán toda la vida: tan inolvidable como salvaje e impactante. Vivir sin agua, sin luz, sin red telefónica (por supuesto, sin Internet), comiendo de lo que se caza y cultiva, guiándome en los horarios por la luz del sol, aseándome en el río… Un auténtico terremoto que me ha enseñado a pensar y a vivir de otro modo. Os cuento cómo ha sido esta inmersión completa en el Amazonas colombiano. |