Las islas Canarias tienen cada año más entusiastas. Es natural, pues sus atractivos superan cualquier tópico y, gracias a su clima privilegiado, sus playas y montañas pueden disfrutarse todo el año. Los caminos que usaron los aborígenes y luego los conquistadores para vivir de la tierra como pastores o campesinos forman hoy una red de miles de kilómetros de espectaculares senderos muy bien señalizados. En ellos, o en las aldeas que comunican desde mucho antes que hubiera carreteras, es habitual tener encuentros con personas para las que conversar amablemente con el viajero resulta casi un hábito. |